HISTORIA DE LAS ALIANZAS DE BODA

El intercambio de anillos el día de la boda es una antiquísima tradición que se remonta cinco mil años en el tiempo y que conecta con la emblemática civilización faraónica. Los antiguos egipcios se iniciaron en el arte de la joyería en la Edad del Bronce y la razón no fue otra que construir amuletos a los que otorgar un significado religioso y mágico. El círculo era para ellos una figura perfecta, sin principio ni final y por eso simbolizaba la unión y el amor que nunca termina. Entonces no importaba si el anillo con el que un hombre desposaba a su mujer era de cáñamo, cuero, hueso o marfil; lo único importante es que con él le entregaba la custodia del hogar y sus posesiones. El desarrollo de la cultura egipcia fue sublime y ello también se hizo notar en su destreza como orfebres, llegando a confeccionar complejas piezas talladas en metales nobles, esmaltadas con sustancias de vidrio y con incrustaciones de piedras semipreciosas.

La entrega de los anillos fue una práctica que ya nunca se perdió. Fue asimilada primero por los griegos ptolemaicos que se sentaron en el trono del faraón y más tarde por los romanos imperialistas que vencieron a Cleopatra.

ALIANZAS DE BODA DEL RENACIMIENTO A LA MODERNIDAD

La media caña ha sido la reina de las alianzas de boda durante los últimos siglos, siendo el siglo XXI una vuelta a los diseños que se salen un poco de esa norma establecida por la tradición, introduciendo nuevos perfiles, materiales, acabados…Incluso hay quien se anima a grabar una frase de la alianza para hacerla única ¡Todo un mundo de posibilidades para adecuar las alianzas a la personalidad de los novios!

Es increíble el origen de esta tradición que llevamos a esta estos días.